Sevillismo en Vena: Antoñito, el "Romario del polígono"

Antonio Ramiro Pérez, más conocido como "Antoñito", fue un futbolista de enorme calidad que se ganó el cariño de todo el sevillismo con sus diabluras en el terreno de juego. Pese a no haber logrado ningún gran éxito en el Sevilla, se convirtió en un futbolista inolvidable para la afición, por lo que bien merece tener un hueco en Leyendas del Sevillismo.

Sus inicios

Antoñito nació un 2 de febrero de 1978 en Sevilla. Sus comienzos resultan bastante curiosos. Siendo un niño, a la edad de ocho años, comenzó a jugar en el equipo de su barrio, el Polígono de San Pablo, luego jugó en el Unidad, fue ahí y con diez años, donde llamó la atención por primera vez del Sevilla, que le reclutó para sus categorías inferiores.
Sin embargo, Antoñito, mal estudiante, pensaba más en el presente que en el futuro, por lo que decidió dejar la cantera del Sevilla a los 17 años y marcharse al Alcosa para disfrutar de todos los minutos posibles. Posteriormente, el Betis llamó a su puerta y Antoñito se enroló en la cantera del eterno rival siendo juvenil pero como disponía de pocos minutos, se fue al Cantillana, de Primera Regional. Años más tarde, el propio Antoñito desveló que cuando jugaba en la cantera del Betis, solía ponerse... ¡las medias del Sevilla escondidas por debajo! Entre los 18 y los 21 años, Antoñito jugó en en el San Pablo, Ibarburu, Marchena e incluso en el equipo de la peña sevillista Puerta Carmona, como podemos comprobar en la imagen inferior, extraída de la web de la peña.

Estando en el Marchena, también solía jugar al fútbol sala y a la edad de 21 años, pocos podrían imaginar que Antoñito tendría la suerte de jugar en primera división poco tiempo después. Condiciones no le faltaban, pero su falta de paciencia, unida a su escasa capacidad de sacrificio en pos del equipo hacía indicar que no podría nunca llegar a ser un futbolista profesional. Sin embargo, cuando ya había firmado un precontrato con Los Palacios, los ojeadores del Sevilla aconsejaron su regreso. Monchi se desplazó personalmente a Los Palacios para negociar con el club, el Sevilla, incluso tuvo que pagar al equipo palaciego dos millones de las antiguas pesetas y acordó dos amistosos a pesar de que Antoñito ni siquiera llegó a jugar con dicho club. Así, llegó de nuevo a la cantera sevillista, esta vez, para jugar en el Sevilla B.

Su llegada al filial sevillista

Antoñito veía cumplido un sueño. Sevillista desde pequeño, solía ir a menudo al Sánchez Pizjuán acompañado de su padre y sus ídolos futbolísticos eran dos grandes delanteros: Polster y Suker. A pesar de su tardía carrera futbolística, se le presentaba una gran oportunidad para hacerse un hueco en el mundo del fútbol, era ahora o nunca. Manolo Jiménez, entonces entrenador del Sevilla B, se propuso hacer de él un futbolista de verdad.
El filial sevillista se encontraba en aquel momento en tercera división. Antoñito realizó una espectacular campaña jugando como delantero centro, sus 40 goles en 35 partidos le situaban como el futbolista más goleador de todas las divisiones españolas y además, aquella temporada culminó con el ascenso del filial a segunda B. Sus excelentes registros le llevaron a debutar esa misma campaña con el Sevilla, que se encontraba en segunda división.

Su debut con el primer equipo sevillista

Antoñito debutó con el primer equipo en aquella campaña 2000/2001, saliendo desde el banquillo durante un Sevilla - Albacete, que terminó con victoria sevillista por un gol a cero.
Antoñito, alternando con el filial, llegó a participar hasta en cinco encuentros con el Sevilla en segunda división. Anotó su primer gol con el primer equipo en un partido de copa frente al Xerez. El Sevilla terminó regresando a primera división y después del récord de goles registrado por Antoñito en el filial, se presuponía que podría ser un futbolista importante para el primer equipo en el futuro.

Cesión al Recre

La siguiente temporada, la 2001/2002, Antoñito volvió a alternar sus convocatorias con el primer equipo y el Sevilla B. Aunque participó en seis partidos con el primer equipo, no superó los cien minutos en primera división. Dada la competencia que había en su puesto (Reyes, Olivera, Moisés y Toedtli) y la edad del canterano sevillista (23 años), el club decidió que lo mejor sería buscarle una cesión en la que dispusiera de minutos. Así, en el mercado de invierno, Antoñito se marchó cedido al Recreativo de Huelva. Allí, gozó de la confianza de Lucas Alcaraz y acabó siendo un futbolista fundamental para conseguir el ascenso a primera división, participando en dieciocho encuentros y anotando siete goles.

Su regreso al Sevilla

Después de aquella exitosa cesión al Recre regresó al Sevilla como jugador de la primera plantilla a todos los efectos. El club decano del fútbol español intentó prolongar su cesión pero Joaquín Caparrós se opuso, Antoñito entraba en sus planes. El técnico utrerano era un enamorado de las cualidades de Antoñito, un delantero pícaro, habilidoso con el balón, que no solo aportaba goles, también asistencias. Además, podía jugar como mediapunta (donde mejor rendía) o segundo delantero.
La calidad, habilidad a la hora de regatear y la gran definición que había demostrado durante los dos últimos años tuvieron la culpa de que se le apodara cariñosamente "el Romario del Polígono". Sin embargo, al igual que muchos futbolistas de alta escuela, su mayor déficit radicaba en su capacidad de sacrificio, su condición física tampoco ayudaba a ello pero su gran calidad era capaz de marcar las diferencias. Quizás por ese motivo no logró mantenerse más años en el fútbol de élite.

Temporada 2002/2003

Recopilemos, Antoñito tenía 24 años y tenía su gran oportunidad en primera división, que no desaprovechó. El Sevilla de Caparrós buscaba asentarse en la categoría, era la temporada 2002/2003. Finalmente el equipo mantuvo la categoría sin pasar apuros. El equipo se basaba en la solvencia defensiva, un centro del campo muy trabajador y una delantera de fantasía (Reyes y Antoñito). Antoñito marcó su primer gol como sevillista en liga durante un Sevilla Valladolid que terminó 2-1, con ambos goles conseguidos por el canterano sevillista. Participó en 33 encuentros de liga y fue el máximo anotador junto a Reyes, marcando siete goles. Para el recuerdo, la actuación de ambos en un Barcelona Sevilla que acabó con resultado de 0-3 para los sevillistas. Antoñito formó una gran delantera junto a Reyes, 100% canterana, circunstancia que dificilmente se podrá repetir...

Temporada 2003/2004

Con Caparrós al mando, el Sevilla cuajó una gran temporada, clasificándose para disputar la Uefa nueve años después de su última participación europea. Aquel Sevilla contaba con una de las mejores defensas de su historia (David Castedo, Pablo Alfaro, Javi Navarro y Dani Alves). Antoñito ya era entonces uno de los jugadores más queridos por la afición sevillista. A pesar de la gran competencia que existía en la parte ofensiva (Makukula, Darío Silva, Baptista, Carlitos y Aranda), fue una de las piezas claves del equipo, participando en 28 encuentros de liga y anotando 5 goles. También jugó seis partidos de copa, incluída la polémica semifinal contra el Real Madrid, marcando un gol más en dicha competición. También tuvo un papel protagonista en ambos derbis, marcándole un precioso gol al Betis en el Pizjuán, que permitió empatar al Sevilla. En el partido de vuelta, fue expulsado tras ver dos tarjetas amarillas. También es aún muy recordada su actuación frente al Real Madrid en Nervión, desquiciando a la zaga madridista en aquel encuentro que finalizó con un histórico 4-1 para el recuerdo. Poco antes de que el Sevilla vendiera a Reyes al Arsenal en el mercado de invierno, los Biris homenajearon a ambos canteranos con un bonito tifo. Joaquín Caparrós era un técnico que cuidaba mucho la cantera, de hecho, aquella temporada hizo debutar a numerosos canteranos, entre ellos Jesús Navas, Antonio Puerta y Sergio Ramos.

Su golazo al Betis:

Temporada 2004/2005
Esta sería la última campaña de Antoñito en el Sevilla. El conjunto hispalense cuajó una gran temporada aunque al final se le escapó la clasificación para la Champions League. En la uefa, el Sevilla cayó en los octavos de final frente al Parma italiano. Antoñito participó en 23 encuentros de liga, 5 de copa y 8 de uefa, anotando cinco tantos. Antoñito jugó habitualmente como mediapunta y fue aumentando su fama de jugador revulsivo, saliendo desde el banquillo. Al finalizar la temporada, se supo que Joaquín Caparrós, su gran valedor, no continuaría. Su sucesor para la campaña 2005/2006 fue Juande Ramos, quien estimó que Antoñito no tendría suficientes minutos, así que el club le volvió a buscar una salida en forma de cesión. Finalmente, fue el Racing de Santander el que se hizo con sus servicios.

Aquella sería su última temporada como sevillista a la postre. Antoñito vivió dos clasificaciones europeras y unas semifinales coperas, defendiendo el escudo sevillista en 120 encuentros oficiales, en los que anotó 21 goles. Vivió sus mejores momentos en Nervión, pues aunque después realizó algunas buenas campañas, su carrera fue más bien decreciente.

El resto de su carrera

Temporada 2005/2006

Cedido por el Sevilla, Antoñito cuajó una muy buena temporada en las filas del Racing de Santander, convirtiéndose en el máximo goleador del equipo, con nueve goles que fueron claves para que el Racing salvara la categoría. Allí coincidió con dos compañeros de su anterior etapa en el Sevilla, Casquero y Pablo Alfaro.

Temporada 2006/2007

Tras volver de su fructífera cesión en el Racing de Santander, no tenía hueco en el Sevilla de Kanouté y Luis Fabiano, así que volvió a marcharse cedido, esta vez al Murcia, que estaba dirigido por Lucas Alcaraz, esta circunstancia fue clave para que Antoñito recalara en Murcia a pesar de que militara en segunda división, pues Alcaraz era el técnico del Recreativo cuando Antoñito jugó a un gran nivel. Además, las buenas relaciones existentes entre el Sevilla y el Murcia facilitaron la operación. Antoñito realizó una buena temporada, participando en 34 partidos de liga y marcando seis goles. Además, el Murcia acabó ascendiendo a primera división. En aquel equipo se encontraban varios jugadores con pasado sevillista, como Notario, Gallardo, Aranda y Pablo Ruiz.

Estabilidad en Xerez

Después del ascenso con el Murcia, Antoñito llegó a un acuerdo para desvincularse definitivamente del club sevillista y fichar por el Xerez en la temporada 2007/2008, a sus 29 años. Allí permaneció durante cuatro campañas, las dos primeras, en segunda división y con bastante protagonismo, logrando el ascenso a primera. En sus dos últimas campañas, una de ellas en primera división, Antoñito adoptó definitivamente el papel de hombre revulsivo, saliendo desde el banquillo en la gran mayoría de los encuentros. Fue un jugador muy querido por la afición xerecista, allí participó en 118 encuentros oficiales, marcando 25 goles. En 2011, a los 33 años, decidió abandonar el club y buscar un nuevo destino.

Sus dos últimas temporadas

Temporada 2011/2012

Después de su estancia en Xerez, Antoñito, decidió aceptar la oferta del Atlético Baleares, en segunda B, que afrontaba un ambicioso reto con el objetivo de ascender a segunda división. El Atlético Baleares contaba con un gran presupuesto para la categoría, reclutó a varios jugadores con pasado en primera y a un buen número de extranjeros. Aunque llegaron a la liguilla de ascenso, finalmente no consiguieron el objetivo. Antoñito fue titular indiscutible, disputando 33 partidos de liga y anotando 10 goles.

Temporada 2012/2013

Antoñito, con 34 años, decidió cambiar nuevamente de aires y trasladarse a un lugar más cerca de Sevilla, así que aceptó la propuesta del CD San Fernando, recién ascendido del grupo IV de segunda B. Tras una temporada en la que no tuvo demasiado protagonismo, se retiró al finalizar la temporada, con 35 años.

Antoñito, en el San Fernando, se enfrentó a Sergio Rico.

Actualmente, Antoñito juega habitualmente con los veteranos del Sevilla FC, también ha ejercido como segundo entrenador del Sevilla C y no pierde el contacto con el Sevilla e incluso ha seguido algún que otro partido en la grada con los Biris como un sevillista más.