Juan Carlos Unzué Labiano defendió la portería del Sevilla FC durante gran parte de la década de los noventa, permaneciendo en el conjunto nervionense durante siete temporadas, en las cuales, demostró ser uno de los mejores porteros de España. Unzué siempre será recordado como uno de los mejores guardametas que han pasado por la portería del Sevilla a lo largo de su historia.
Sus inicios
Juan Carlos Unzué nació en Orcoyen (Pamplona), un 22 de abril de 1967. Comenzó a jugar como guardameta en las categorías infantiles del Berriozar CF, el equipo de un pequeño municipio muy cercano a Pamplona. Después, Unzué continuó jugando en los infantiles del colegio San Agustín, y de ahí pasó a formar parte del Osasuna Promesas. Su hermano, Eusebio Unzué, había sido ciclista en categoría juvenil y seguía vinculado al mundo del ciclismo como director deportivo, por lo que el deporte siempre había estado presente en la familia Unzué.
Su consagración
Su progresión en el filial osasunista fue meteórica. Siendo internacional sub 18, sub 19 y sub 21, Unzué fue convocado para disputar el Mundial sub20 de 1985 que se disputaría en la URSS, a pesar de tener tan solo 18 años. Unzué fue titular indiscutible y cuajó un gran campeonato, disputando la final del torneo contra Brasil, en la que la selección sub20 cayó derrotada tras perder por un gol a cero en el último minuto. En aquel once inicial había un joven futbolista del Sevilla Atlético, Rafa Paz. Unzué fue designado como el mejor portero del campeonato.
Unzué fue el portero titular durante aquel mundial |
El Osasuna, en vista del buen rendimiento ofrecido por Unzué, tanto en el filial como en las diferentes categorías de la selección española, además de la gran proyección que apuntaba, decidió ascenderle al primer equipo en la campaña 1986/1987, cuando tenía tan solo 19 años.
Unzué, en una foto de la campaña 86/87 |
En su primera campaña en el primer equipo del Osasuna tenía por delante a Santamaría y Vicuña. Este último comenzó la temporada como titular, pero Santamaría acabó arrebatándole el puesto de titular a medidados del campeonato. Una lesión de éste, propició el debut de Unzué en primera división, disputando 66 minutos durante un Murcia-Osasuna, que terminó con empate a cero. Aquella lesión posibilitó que Unzué participara en ocho encuentros, en los que recibió nueve goles.
En su segunda temporada, Unzué continuó a la sombra de Santamaría. Participó en siete partidos como titular en liga, encajando tan solo tres goles. A pesar de no hacerse con el puesto de titular, sus grandes actuaciones con la selección sub 21, su gran proyección y el rendimiento que ofreció en los pocos partidos que disputó en primera división, llamaron la atención del FC Barcelona.
Sin embargo, las puertas de la selección absoluta permanecieron cerradas para Unzué, en un principio por tener por delante a Zubizarreta y Buyo, y después por cabezonería de Javier Clemente, que seguía contando con un decadente Zubizarreta y tenía preferencias por otros porteros, como Cañizares y Lopetegui. Por su regularidad en el Sevilla, Unzué debió tener alguna oportunidad en la selección absoluta. El guardameta navarro, además, era uno de los futbolistas más queridos por la afición sevillista. Curiosamente, la primera peña sevillista femenina tomó prestado su nombre. A continuación, analizamos sus temporadas como sevillista:
El Sevilla de la temporada 1990/1991 contaría con dos jóvenes guardametas, el recién fichado Unzué y el portero canterano Monchi, que fue ascendido al primer equipo. Vicente Cantatore convirtió a Unzué en el portero titular indiscutible del equipo, solo se perdió algunos encuentros por problemas físicos, disputando 31 partidos de liga y encajando 35 goles. Además, disputó cuatro encuentros de la Uefa. A pesar de contar con una buena plantilla (Unzué, Jiménez, Polster, Rafa Paz, Diego, Ramón, Zamorano...), el equipo finalizó en la octava posición y no pudo cumplir el objetivo de volver a jugar en Europa.
Algunas fotos de esa campaña:
Temporada 92/93
Luis Cuervas afrontó un ambicioso proyecto con el objetivo de volver a disputar competiciones europeas. Un Sevilla "argentinizado" con las figuras del prestigioso técnico Bilardo, un joven Simeone y el mejor jugador del mundo, Diego Armando Maradona. A pesar de la gran inversión, el Sevilla finalizó la temporada como el séptimo clasificado, sin conseguir el objetivo de volver a Europa. Unzué no se perdió una sola jornada, disputó los 38 partidos de liga a un gran nivel, en los que encajó 44 goles. El guardameta navarro contribuyó involuntariamente a que Monchi fuera adquiriendo fama de eterno portero suplente, siendo bastante conocido en España, gracias a las imitaciones que hacían de él en el programa de humor "Al ataque".
Algunas imágenes de la temporada:
La temporada 96/97 fue una campaña para olvidar. El Sevilla no estuvo a la altura de la denominada "liga de las estrellas", sobrenombre que tomó tras los fichajes multimillonarios por parte de numerosos equipos, entre ellos el Sevilla, que desembolsó muchos millones con un pésimo resultado.
La renovación de la plantilla no fue acertada y el proyecto, con José Antonio Camacho en el banquillo, resultó ser una decepción. El técnico madrileño acabaría dimitiendo meses más tarde y en su lugar regresó Bilardo, que apenas dirigió cuatro encuentros, finalizando la temporada Julián Rubio, que poco pudo hacer por evitar el descenso del Sevilla a segunda división.
Unzué comenzó la temporada como portero suplente por primera vez desde que llegara al Sevilla. Cuando llegó Julián Rubio, una de las primeras medidas que tomó fue devolverle la titularidad a Unzué, que mantuvo hasta el final. En total, Unzué disputó 16 encuentros de liga, encajando 29 tantos.
Al finalizar la campaña, el Sevilla no abogó por la continuidad de Unzué debido a su alta ficha, así que dejó que se marchara al CD Tenerife en una operación relámpago, el último día del mercado de fichajes para la temporada 1997/1998.
Unzué ponía fin a una bonita etapa de una forma que nunca habría imaginado. El guardameta, a punto de cumplir los 30 años, se marchó tras 222 partidos disputados en primera división defendiendo la portería sevillista, además de 10 partidos de UEFA y 25 partidos de copa. Unos registros al alcance de muy pocos, pues solo Busto (339 disputados en primera) defendió la portería sevillista en más ocasiones. Palop (217) y Buyo (199) son los dos guardametas que más se acercan a sus registros.
Juan Carlos Unzué no tuvo suerte a la hora de elegir
sus destinos después de su paso por el Sevilla. Tras fichar por el
Tenerife, permaneció en el club tinerfeño durante dos temporadas, en las
cuales, no terminó de hacerse con la titularidad, disputando 35
partidos de liga en total. Para colmo, en su segunda campaña, el club
descendió a segunda división.
Tras vivir otro descenso en Tenerife, Unzué decidió cambiar de aire y firmó por el Real Oviedo, allí corrió peor suerte aún. Únicamente disputó partidos de copa, permaneciendo a la sombra de Esteban,
que posteriormente jugaría en el Sevilla. En las dos temporadas que
estuvo en Oviedo no logró disputar minutos en la liga, además, el club
acabó descendiendo a segunda división.
El tercer descenso en la carrera de Unzué empañaba una brillante carrera. Al finalizar la temporada decidió regresar a la que fue su casa trece años después.
Unzué regresó al club en el que se formó en la temporada 2001/2002, a los 34 años. En su primera campaña fue titular indiscutible y rindió a un gran nivel. En cambio, en su segunda campaña, Sanzol
le arrebató la titularidad pocas jornadas después del comienzo de la
temporada, relegando a Unzué a disputar únicamente los partidos de copa.
Precisamente uno de esos duelos de copa fue frente al Sevilla en
2003, donde los sevillistas, bajo la nieve, cayeron eliminados in
extremis en los cuartos de final. Al finalizar la temporada, Unzué, que ya tenía la decisión tomada, se retiró definitivamente.
Poco tiempo después de retirarse, se incorporó al cuerpo técnico del FC Barcelona como preparador de porteros. Allí coincidió, primero con Frank Rijkaard y posteriormente con Pep Guardiola hasta que en 2010 decidió emprender una aventura en solitario como entrenador del CD Numancia. El navarro dejó al equipo numantino en el décimo puesto de la segunda división y posteriormente regresó a su antiguo puesto de entrenador de porteros en el Barcelona. En 2012, rescindió su contrato de mutuo acuerdo para hacerse cargo del Racing de Santander, aunque no llegó a comenzar la temporada por problemas burocráticos en el club. En 2013, se incorpora como segundo entrenador de Luis Enrique, en las filas del Celta de Vigo y un año después volvió a poner rumbo a Barcelona junto a Luis Enrique, esta vez como segundo entrenador, donde aún continúa con gran éxito.
Los hijos de Unzué han heredado el gusto por el fútbol. Su hijo mayor, Aitor Unzué, ha jugado varias temporadas como mediocentro en tercera división. El menor, Jesús Unzué, es portero, como su padre, jugó en las categorías inferiores del Barcelona y actualmente juega en el CE Júpiter, equipo catalán de tercera división. Además, dos sobrinas de Unzué, jugaron en el Barcelona femenino, una de ellas, Marta Unzué, es la actual capitana y lleva diez temporadas cosechando éxitos en la sección femenina del Barcelona, ahora profesional.
Algunos datos sobre la carrera de Unzué como guardameta:
Su llegada al FC Barcelona
El Barcelona de Johan Cruyff no dudó en hacerse con sus servicios, al tratarse de un guardameta muy joven que contaba con un gran futuro. A pesar de ser portero suplente, Unzué adquirió experiencia a la sombra de Zubizarreta, disputando las dos últimas jornadas de liga.
Unzué continuó siendo titular con la sub 21. |
En su segunda temporada en el Barcelona, Unzué continuó siendo el portero suplente, disputando únicamente tres encuentros de liga en el último tramo del campeonato de liga. Durante su estancia en el conjunto catalán, Unzué añadió a su palmarés una Recopa y una Copa del Rey.
Su fichaje por el Sevilla
Unzué tenía 23 años y sabía que en el Barcelona tendría muy complicado tener protagonismo, pues Zubizarreta era el guardameta titular indiscutible, tanto en el Barcelona como en la selección española. El Sevilla, aprovechando el interés de los blaugranas por el defensa canterano sevillista Nando, negoció con el Barcelona e incluyó a Juan Carlos Unzué en la operación. Luis Cuervas era el presidente sevillista en aquella época. De esta forma, el conjunto hispalense renovaba su portería, defendida la temporada anterior por el ruso Dassaev y por Fernando.
Una larga etapa en el Sevilla
Unzué permanecería varias temporadas en el Sevilla, consagrándose como uno de los mejores guardametas del fútbol español y demostrando ser un portero muy completo, que apenas contaba con puntos débiles, pues Unzué era un guardameta extremadamente seguro, que iba bien por arriba a pesar de no ser un guardameta alto, contaba con grandes reflejos, poseía un excelente uno contra uno y tenía un buen juego de pies. Los mejores años de su carrera serían en Nervión.
Sin embargo, las puertas de la selección absoluta permanecieron cerradas para Unzué, en un principio por tener por delante a Zubizarreta y Buyo, y después por cabezonería de Javier Clemente, que seguía contando con un decadente Zubizarreta y tenía preferencias por otros porteros, como Cañizares y Lopetegui. Por su regularidad en el Sevilla, Unzué debió tener alguna oportunidad en la selección absoluta. El guardameta navarro, además, era uno de los futbolistas más queridos por la afición sevillista. Curiosamente, la primera peña sevillista femenina tomó prestado su nombre. A continuación, analizamos sus temporadas como sevillista:
Temporada 1990/1991
El Sevilla de la temporada 1990/1991 contaría con dos jóvenes guardametas, el recién fichado Unzué y el portero canterano Monchi, que fue ascendido al primer equipo. Vicente Cantatore convirtió a Unzué en el portero titular indiscutible del equipo, solo se perdió algunos encuentros por problemas físicos, disputando 31 partidos de liga y encajando 35 goles. Además, disputó cuatro encuentros de la Uefa. A pesar de contar con una buena plantilla (Unzué, Jiménez, Polster, Rafa Paz, Diego, Ramón, Zamorano...), el equipo finalizó en la octava posición y no pudo cumplir el objetivo de volver a jugar en Europa.
Algunas fotos de esa campaña:
Temporada 1991/1992
Víctor Espárrago se hizo con las riendas del equipo en esta campaña y Unzué lo jugó absolutamente todo, disputando las 38 jornadas de liga y encajando 45 goles. A pesar de contar con una delantera letal (Suker y Zamorano), el Sevilla solo pudo terminar como duodécimo en la liga.
Algunas imágenes de aquella campaña:
Algunas imágenes de aquella campaña:
Temporada 92/93
Luis Cuervas afrontó un ambicioso proyecto con el objetivo de volver a disputar competiciones europeas. Un Sevilla "argentinizado" con las figuras del prestigioso técnico Bilardo, un joven Simeone y el mejor jugador del mundo, Diego Armando Maradona. A pesar de la gran inversión, el Sevilla finalizó la temporada como el séptimo clasificado, sin conseguir el objetivo de volver a Europa. Unzué no se perdió una sola jornada, disputó los 38 partidos de liga a un gran nivel, en los que encajó 44 goles. El guardameta navarro contribuyó involuntariamente a que Monchi fuera adquiriendo fama de eterno portero suplente, siendo bastante conocido en España, gracias a las imitaciones que hacían de él en el programa de humor "Al ataque".
Algunas imágenes de la temporada:
Temporada 1993/1994
Después del fracaso de la campaña anterior, se optó por contratar a un entrenador contrastado y con experiencia, Luis Aragonés. Unzué continuó siendo un fijo en el once titular del Sevilla, participando en 37 encuentros y encajando 42 goles. Solo se perdió un encuentro por sanción, al haber sido expulsado en el encuentro anterior. El Sevilla cuajó una buena temporada pero finalmente se quedó a las puertas de entrar en Europa, finalizando en el sexto puesto de la clasificación.
Algunas imágenes de aquella campaña:
Temporada 1994/1995
Unzué tenía ya 27 años y pese a su juventud, acumulaba una gran experiencia y se encontraba entre los mejores guardametas del pais. Durante toda la temporada, el guardameta navarro continuó gozando de la total confianza por parte del técnico sevillista, que seguía siendo Luis Aragonés.
Unzué completó una gran campaña, disputando los 38 partidos de liga y encajando 41 goles. El Sevilla cuajó una muy buena temporada, que aún podría haber sido mejor si no hubiera dejado escapar tantos puntos en Nervión. Finalmente, el Sevilla finalizó en la quinta posición y se clasificó por fin para disputar la Copa de la UEFA de nuevo. A mediados de la temporada se rumoreó que el Barcelona se planteaba contratar nuevamente a Unzué, aunque finalmente permaneció en el Sevilla.
Instántaneas de la temporada:
Temporada 1995/1996
La temporada estuvo marcada por el descenso administrativo del club a segunda B en pleno mes de agosto, aunque finalmente la liga dió marcha dió marcha atrás y mantuvo al Sevilla y al Celta (ambos equipos fueron descendidos), ampliando la competición hasta los 22 equipos. Hasta tres entrenadores tuvo el Sevilla en esta campaña, el portugués Toni, Juan Carlos Álvarez y Víctor Espárrago, que fuen quien finalizó la temporada.
El Sevilla finalizó duodécimo, luchando por evitar el descenso hasta la última jornada. Los cambios de entrenadores y el rendimiento del equipo posibilitó que Monchi le arrebatara el puesto de titular por primera vez y hasta en dos ocasiones, por lo que Unzué, que comenzó como titular, disputó 24 partidos de liga, en los que encajó 39 goles, unos registros que se alejaban a los de las anteriores campañas. Además, el guardameta navarro participó en los seis partidos de UEFA, donde el Sevilla cayó eliminado ante el Barcelona en los octavos de final.
Fotos de la temporada:
Temporada 1996/1997
La renovación de la plantilla no fue acertada y el proyecto, con José Antonio Camacho en el banquillo, resultó ser una decepción. El técnico madrileño acabaría dimitiendo meses más tarde y en su lugar regresó Bilardo, que apenas dirigió cuatro encuentros, finalizando la temporada Julián Rubio, que poco pudo hacer por evitar el descenso del Sevilla a segunda división.
Unzué comenzó la temporada como portero suplente por primera vez desde que llegara al Sevilla. Cuando llegó Julián Rubio, una de las primeras medidas que tomó fue devolverle la titularidad a Unzué, que mantuvo hasta el final. En total, Unzué disputó 16 encuentros de liga, encajando 29 tantos.
Unzué ponía fin a una bonita etapa de una forma que nunca habría imaginado. El guardameta, a punto de cumplir los 30 años, se marchó tras 222 partidos disputados en primera división defendiendo la portería sevillista, además de 10 partidos de UEFA y 25 partidos de copa. Unos registros al alcance de muy pocos, pues solo Busto (339 disputados en primera) defendió la portería sevillista en más ocasiones. Palop (217) y Buyo (199) son los dos guardametas que más se acercan a sus registros.
Destinos poco afortunados
El tercer descenso en la carrera de Unzué empañaba una brillante carrera. Al finalizar la temporada decidió regresar a la que fue su casa trece años después.
Su retirada, en casa
Su carrera como técnico
Poco tiempo después de retirarse, se incorporó al cuerpo técnico del FC Barcelona como preparador de porteros. Allí coincidió, primero con Frank Rijkaard y posteriormente con Pep Guardiola hasta que en 2010 decidió emprender una aventura en solitario como entrenador del CD Numancia. El navarro dejó al equipo numantino en el décimo puesto de la segunda división y posteriormente regresó a su antiguo puesto de entrenador de porteros en el Barcelona. En 2012, rescindió su contrato de mutuo acuerdo para hacerse cargo del Racing de Santander, aunque no llegó a comenzar la temporada por problemas burocráticos en el club. En 2013, se incorpora como segundo entrenador de Luis Enrique, en las filas del Celta de Vigo y un año después volvió a poner rumbo a Barcelona junto a Luis Enrique, esta vez como segundo entrenador, donde aún continúa con gran éxito.
Una saga de deportistas
Los hijos de Unzué han heredado el gusto por el fútbol. Su hijo mayor, Aitor Unzué, ha jugado varias temporadas como mediocentro en tercera división. El menor, Jesús Unzué, es portero, como su padre, jugó en las categorías inferiores del Barcelona y actualmente juega en el CE Júpiter, equipo catalán de tercera división. Además, dos sobrinas de Unzué, jugaron en el Barcelona femenino, una de ellas, Marta Unzué, es la actual capitana y lleva diez temporadas cosechando éxitos en la sección femenina del Barcelona, ahora profesional.
Algunos datos sobre la carrera de Unzué como guardameta:
- Ha disputado 318 partidos en primera división.
- Sus dos únicos títulos son una Recopa y una Copa del Rey. También fue subcampeón del mundo sub20.
- Fue 16 veces internacional con la selección sub21.
- Jugó 10 partidos de la Copa de la UEFA, todos ellos con el Sevilla.
- Solo sufrió una expulsión en toda su carrera.
- A pesar de sufrir tres descensos, nunca jugó en segunda división.
Agradecimientos al amigo Migue, autor del blog yojugueenelsevillafc, por la cesión de algunas fotos de su gran colección.
Podéis seguirnos también en twitter: @sebarili
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El mejor portero que ha pasado por el Sevilla hasta la llegada de Palop. Era mí ídolo en mi época de jugador como portero igual que él y le tengo gran admiración. En mi top 5 junto a Arconada, Palop, Buyo, Ablanedo, ...etc. Geniales fotos. Enhorabuena por el artículo. Un saludo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, la pena es que no pudo ganar nada con el Sevilla. Muchas gracias! Un saludo Roberto
EliminarSí, una pena que no pudiera ganar nada con el Sevilla ni que jugase con la Selección. Se lo merecía.
EliminarYa no se ven poses como la de Unzué, enseñando los guantes al formar en el 11 inicial :-(
ResponderEliminarCurioso... Me imagino que Uhlsport, gran dominadora del mercado durante esos años, le enseñó la lección al bueno de Unzué y bien que se la aprendió :)
EliminarTotalmente. Miticos, como Zubi con sus reusch.
EliminarBuyo? Posiblemente, el meta más payaso de la historia. Portero de circo.
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