El Sevilla FC cayó goleado por un gol a cuatro ante el Granada CF en el último partido de la temporada en el Sánchez Pizjuán. El conjunto sevillista, sin la tensión de competir, acabó siendo goleado por un Granada que se jugaba la vida en Nervión.
Las claves del partido:
- Solo la victoria le daba la permanencia al Granada, que reciben al Barcelona en la última jornada. Algo que, lógicamente, provocó que buscaran la victoria con más fe que los sevillistas.
- Las ganas de agradar por parte de los canteranos del Sevilla fueron la única nota positiva del gris partido que firmó el conjunto sevillista.
- Debut en primera división de Diego González, con golazo incluido, en su primer contacto con el balón en el partido.
- Beto defendió la portería del Sevilla por última vez.
- La desidia de Llorente y Diogo, que además cometió un absurdo penalti, desesperaron a la grada.
- El partido se rompió en el tramo final y el Sevilla, muy flojo en defensa, lo acabó pagando caro.
La desapacible tarde que se vivía en Sevilla y el poco interés que suscitaba un encuentro en el que los sevillistas no se jugaban nada, provocó que el Sánchez Pizjuán presentara una pobre entrada. El conjunto sevillista saltó al terreno de juego con los siguientes hombres: Beto, Diogo, Pareja, Kolo, Escudero, Cristóforo, Iborra, Curro, Konoplyanka, Juan Muñoz y Llorente.
El Sevilla, con jugadores pocos habituales y dos canteranos sobre el césped, comenzó el encuentro con ganas, dispuesto a no conceder ningún regalo. Los primeros minutos del encuentro fueron bastante entretenidos y dejaron una ocasión para cada equipo. La primera fue para el Sevilla por mediación de Curro, abortada por Andrés Fernández, y la segunda para los visitantes, en la que Beto respondió muy bien al potente disparo de Peñaranda.
El conjunto sevillista dispuso de varias ocasiones para adelantarse en el marcador pero no estuvo acertado a la hora de definir. Juan Muñoz, con muchas ganas, tuvo dos claras ocasiones en apenas tres minutos y posteriormente, a los 21 minutos, estuvo muy cerca de convertir el primer tanto del partido, siendo Ricardo Costas el que logró sacar su disparo cuando el balón ya había superado al guardameta visitante y tomaba dirección a las redes.
Cumplida la media hora de partido, el Sevilla había sido mejor y parecía que el primer tanto sería para los nervionenses, aunque lógicamente, al equipo se le veía falto de tensión, sobre todo en la zona defensiva, y el Granada, que había hecho pocos méritos para merecer el gol, decidió entonces ir a por el partido.
Los visitantes comenzaron a apretar y el gol llegaría justo al borde del descanso, en un contragolpe en el que El Arabi dejó solo a Isaac Cuenca en el área sevillista y éste, tras controlar con el pecho, batió a Beto con total tranquilidad. Ya no hubo tiempo para más y la primera parte concluyó con ventaja mínima para el Granada.
Si en la primera parte el Sevilla mostró ciertas ganas y no concedió demasiados regalos, este segundo periodo fue para olvidar. El Granada, bien plantado, se dedicó a defender su renta, mientras que el conjunto nervionense no terminó de arrancar nunca. Para colmo, Llorente, en sus pocas intervenciones, se equivocaba constantemente para la desesperación de los valientes aficionados que se desplazaron a Nervión, que abuchearon al delantero riojano en más de una ocasión y con toda la razón del mundo.
Aún así, el Sevilla dispuso de algunas ocasiones, debido principalmente al recelo del Granada, que se replegó excesivamente y permaneció en su propio campo durante la mayor parte de este segundo periodo. Así, a los 55 minutos, Konoplyanka obligó a emplearse a fondo a Andrés Fernández con un seco disparo que el guardameta desvió a saque de esquina. El Sevilla dominaba, pero no creaba apenas peligro. Entre tanto, Unai Emery decidió sustituir a Llorente, que se marchó entre pitos, e introdujo en el terreno de juego a otro atacante canterano, Carlos Fernández.
A los 73 minutos, Diego González sustituyó a Juan Muñoz, debutando en primera división. Su debut no pudo ser mejor, pues el primer balón que tocó significó el empate para el Sevilla. Konoplyanka, a balón parado, le puso el balón en bandeja a Escudero para que éste disparara directamente a portería, pero el disparo, desviado, lo acabó introduciendo en la portería rival Diego González tras tocar de tacón.
Tras el tanto del empate, al Granada no le quedó más remedio que dar un paso adelante. Isaac Cuenca avisó hasta en dos ocasiones con sendos disparos cruzados desde un vértice del área. Apenas restaban diez minutos para el final cuando Pareja tuvo que pedir el cambio, desatando las alarmas, aunque el jugador finalmente se marchó por su propio pie, por lo que parece que solo será una pequeña lesión muscular. Carriço ocupó su lugar en la zaga e instantes después, llegaría el segundo tanto del Granada, obra de Babin, que solo en la marca, remató de cabeza en el área sevillista para poner por delante, nuevamente, a su equipo.
El Sevilla apenas reaccionó y el Granada decidió terminar el trabajo. Un absurdo penalti cometido por Diogo lo acabó transformando El Arabi para sellar la permanencia del conjunto granadino. El conjunto sevillista bajó los brazos e Isaac Cuenca, de nuevo, lo aprovechó para hacer el cuarto tanto del Granada, que conseguía su objetivo y trasladaba la euforia al numeroso grupo de aficionados granadinista que se dieron cita en el Sánchez Pizjuán. El encuentro finalizó con resultado de uno a cuatro para los visitantes, evidenciando que el equipo sevillista pide a gritos que finalice la Liga para poder centrarse, exclusivamente, en las dos importantes finales que tiene por delante...
fuente fotos:www.sevillafc.es
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